sábado, 25 de mayo de 2013

"Un papá a la medida"



En este bloque: “la hora del cuento”, teníamos que hacer una actividad, que consistía en elegir una de las estrategias que habíamos visto en clase: leer, narración con libro o cuenta cuentos y llevarla a la práctica.

He de decir que la estrategia que más me gusta y me llama la atención es la del cuenta cuentos ya que me parece muy llamativa para los niños y para quien la cuenta, pero también me parece la más difícil y compleja; así que me decanté por la lectura, que ya la había practicado más veces y lo que quería era perfeccionar la y saber cómo leer bien a los niños.
Para prepararnos bien la estrategia, no llevamos un libro a casa, el mío fue: “Un papá a la medida”. 

Primeramente me lo leí en voz baja y luego practiqué varias veces delante de un espejo en voz alta, finalmente se lo leí a mi hermana. Después de tantas veces haberlo leído, me lo acabé aprendiendo así pensé que ya lo había preparado lo suficiente como para poder leerlo en clase y a la vez fijarme en las caras de mis compañeras, que al fin y al cabo una buena maestra para leer un cuento en lo que tiene que fijarse es en las caras de sus alumnos.

El lunes, cuando llegamos a clase, lo primero que hicimos fue hacer grupos de tres y cada una de nosotras teníamos que desarrollar la estrategia que habíamos elegido y valorarnos a nosotras mismas nuestras estrategias, para poder ir corrigiendo los fallos que teníamos y que nosotras mismas no apreciamos.

La primera vez que lo conté, al principio tenía vergüenza, pero se me fue quitando poco a poco conforme iba pasando las páginas. Al autoevaluarme, pienso que cada vez lo iba haciendo mejor y corregir y mi gran fallo que todas me decían que era que pasaba las páginas muy rápido.

Tuve la oportunidad de leer mi cuento 4 en cuatro grupos diferentes y en cada uno me dijeron los siguientes fallos y no solo fallo si no también lo que hacía bien:

1ª Vez:
Primero me dijeron lo que hacía bien que era mirar a la cara a la vez que lo leía y esto era positivo porque conseguía atraer la atención.
Luego me dijeron los siguientes fallos:
Tenía que pasar las páginas más lento porque no dejaba tiempo para apreciar bien las imágenes.
Tenía que leerlo más alto, ya que había ruido en clase y apenas se me escuchaba.
Y por último tenía que señalas las imágenes.

Teniendo en cuenta esta valoración por parte de mis dos compañeras, fui a otro grupo y lo leí por segunda vez, esta vez me dijeron:
Que tenía que abrir más el libro, para poder ver mejor las imágenes.
Y que tenía que leer más alto. (Con respecto a esto, hubo un momento de silencio en el salón de actos y me dio mucha vergüenza así que baje el tono de mi voz), esto también me lo dijeron mis compañeras y respecto a esto me dijeron que se me tenía que quitar la vergüenza.

La tercera vez que lo conté pensé venga a la tercera es la vencida, pero no, también tuve fallos y se repetían:
El primero fue que debía señalar las imágenes  y el segundo es el que se repetía las anteriores veces que era el leerlo más alto.
A mi favor, me dijeron que pasaba las páginas lentas y esto hacía que se viera bien las imágenes y que lo leía mirándolas.

Y por último, la cuarta vez, una compañera, Rocío me dijo que la sorprendió como leía el cuento por mi forma de ser, ya que entonaba bastante bien y que no se lo esperaba para nada.

Según estas valoraciones de mis compañeras, he mejorado desde la primera vez que lo conté en clase, hasta la última. Aunque en el aula tengo que tener muy presente el volumen de la voz, ya que debe contarlo más alto para que los niños me escuchen bien. Lo que yo no tenía tan claro es que cuando lo contara, pudiera mirar a todas más que al libro, pero creo que esto no sucedió, ya que ninguna me lo dijo como una valoración negativa.

Cuando cuente este cuento a los niños, haré diferentes actividades y preguntas como por ejemplo ¿Cómo es vuestra madre? ¿Y vuestro padre? ¿Os gusta esta con ellos? ¿Vuestros padres también os leen cuentos cuando os vais a dormir? En definitiva, lo que me gustaría hacer sería sacar la conversación de la amistad, la familia, el amor, la ternura, para que ellos puedan dar su opinión del libro y así poder trabajar estos temas.



Este libro, no se lo contaría a niños que niños que no tiene padre o que a menudo no le ven, porque pueden sentirse mal.

Respecto a mis compañeras, el que más me gustó fue el de Rocío, que su estrategia era narración, su libro se titulaba: “Adivina cuanto te quiero”, me sorprendió mucho la manera en que lo narró, fue señalando los dibujos para concretar aspectos que quería que nos fijáramos.
La estrategia que pocas eligieron fue el cuenta cuentos, ya que apenas la eligieron dos o tres de clase y no tuve la oportunidad de ver a ninguna de ellas y sí que me hubiera gustado.

Fue una actividad que me gusto mucho y disfrute tanto al leer el cuento como a que me contaran o leyeran otros, ya que te das cuenta de los errores que comenten las demás y tú misma aprendes de ellos. Con esta actividad aprendí bastante.

Si es verdad que yo le leo cuentos a mi hermana o a mis primos, pero casi siempre están a mi lado y están viendo las imágenes, pocas veces se lo cuento teniéndoles en frente, por eso mismo, no estoy tan acostumbrada a leer un cuento teniéndolo al revés para que los niños puedan disfrutar. Pienso que en la manera en que se lo cuento a mis primos y a mi hermana no es del todo correcta, ya que no les miro tanto a la cara y no puedo apreciar bien sus gestos. Gracias a esta actividad, se que debo contárselo teniéndoles en frente y cómo mejorar para que ellos y yo disfrutemos más de la lectura.

1 comentario:

  1. Perfecto.

    No importa que leas este cuento en un aula donde haya niños que no tengan padre o que lo vean poco.
    La búsqueda del padre es el argumento... el tema es cómo imaginamos las cosas, cómo las idealizamos y cómo son en realidad. Por eso puede servirte para hablar de muchas cosas...

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